Roberto Pardos, el aragonés que subió una colina pero bajó de una montaña
En las facultades de Periodismo, en la universidad de la vida también, deberían de incluir una asignatura obligatoria: Un par de horas con Roberto Pardos. Y es muy probable que con asistir un día a clase, convalidaran al alumno el resto de los años de estudio entregándole a la salida del aula el título correspondiente. Aun siendo imprescindible la enseñanza teórica en toda carrera, existen profesores graduados no solo por una ingente experiencia, sino por la práctica cotidiana de enamorar y enamorarse de una profesión. Y son estos eruditos, muchos de ellos hechos a sí mismos, quienes en verdad conocen dónde se encuentra el santo grial del magisterio. Pardos ha sido la comadrona, y en mucha ocasiones el padre y la madre, que ha asistido el complicado parto del periodismo democrático de este país, trabajando siempre desde el taller que lo vio nacer como linotipista hasta convertirse en pieza fundamental, en hombre de máxima confianza del engranaje de las empresas.
Avispado, inteligente, oportuno y con la sinceridad a flor de piel, el principal motor de su particular rotativa, este aragonés inquieto y transmisor inagotable de ilusiones ha escrito un libro, Así nacen y mueren los periódicos en España. Entre esa páginas que han brotado con naturalidad y pasión, late el periodismo en estado puro, un oficio artesano que agoniza y al que Pardos ofrece una transfusión sin límites de su imbatible sangre zaragozana. Leer sus testimonios, de gran una riqueza documental y sentimental, será descubrir un continente de escarpadas cordilleras, de caminos tortuosos, pero sobre todo de la alegría traviesa que contagia a todos.
OPINIÓN
“Como Biel no ha de haber otro”
El todavía presidente del PAR y de las Cortes aragonesas, José Ángel Biel, es todo un personaje. Ya sé que a estas alturas se le puede considerar el político que más rechazos y exabruptos provoca en foros y barras de bar cada vez que su nombre sale a relucir. Pero él sigue ahí, inventándose dichos, dándose a entender y jugando al somarda. Ayer se marcó una de sus piruetas verbales para proclamar de que aquí nada ha cambiado: " El bipartidismo ha parido gemelos (Podemos y Claro que Biel (también conocido como El Tio Biel, Bielonne y El Eterno) está de despedida y se puede permitir cualquier licencia.
Sus antiguos seguidores se le distancian (Aliaga ya reniega de la tesis del abanico), sus adversarios en el interior del PAR se hacen humo, los planes que pudo hacer el propio José Ángel hace cuatro años han quedado en casi nada y llegan unas elecciones muy inciertas. Entonar a estas alturas el todo sigue igual no deja de ser una graciosa licencia retórica. Porque nada va a ser lo mismo a partir de mayo... Aunque algunos (y no sólo el Gran Superviviente) intentarán que los cambios sean mínimos y se plasmen en factores intercambiable.

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