Prueba de fuego para un Madrid muy limitado.
Es otra final de la Liga de Campeones pero no deja de ser otra cita en la cumbre esta octava entrega del derbi madrileño en lo que va de temporada. Un partido cargado de tensión, sobre todo para el Real Madrid, que se ha visto atacado por una epidemia inclemente de lesiones que sobre el papel estrecha de forma notable su horizonte de progresar hasta semifinales de la gran competición europea por quinta vez consecutiva. Ayer se confirmó que también Benzema se suma a la nómina de bajas integrada por Modric, Bale y Marcelo, este por sanción.

El francés tiene el mismo problema que el croata, un esguince en el ligamento colateral medial de la rodilla derecha, pero más leve, por lo que en un par de semanas estará a disposición de carlo Ancelotti, que no tuvo más remedio que tomárselo con resignación y vender que, pese a todo, su equipo estará encondiciones de alcanzar el nivel que tuvo en el primer tiempo del Calderón (0-0), de prolongarlo algo más y de marcar, esta vez sí, el gol o los goles que necesitará para ganar por primera vez al Atlético este curso.
Simeone, por su parte, no contempla que conjunto rojiblanco encare un desafío tan relevante con aires de superioridad, confiado en que las importantes ausencias blancas le otorgan ventaja. Pero por si acaso su entrenador insistió a sus jugadores que a lo que tienen que enfrentarse es al mismo equipo que en la ida tuvo la máxima intensidad, con juego asociado, directo y mucha velocidad entre líneas, lo que se espera del mejor equipo del mundo. "Esperamos eso y será muy difícil... Estas noches no vuelven. Hay que vivirlas y, sobre todo, jugarlas. El que logre dejar a un lado el miedo, la ansiedad, las palabras... y juegue mejor será el que gane".
DEPORTES
El puzzle blanco se complica con los problemas de Karim Benzema
Confirmadas las bajas de Modric y Bale, cuya lesión en el sóleo de la pierna izquierda fue ayer comunicada oficialmente por el club tras las pertinentes pruebas médicas sin determinar plazo de recuperación, Carlo Ancelotti vive ahora pendiente del estado de Benzema, cuya disponibilidad es cada vez más problemática según se acerca el partido de mañana contra el Atlético en el Bernabéu. El delantero francés tampoco pudo entrenarse ayer con el grupo porque no acaba de superar los problemas en su rodilla derecha, que ya le impidieron actuar contra el Málaga.
El técnico italiano se mostró el sábado muy confiado en poder contar con Karim ante los rojiblancos, pero no contaba en principio con que llegaría a hoy martes sin haberse podido ejercitar con el resto de sus compañeros. El golpe recibido ante el Atlético le produjo un pequeño esguince en la articulación y no acaba de sentirse a gusto, por lo que ayer volvió a trabajar al margen en el gimnasio. Un problema añadido que lleva a Ancelotti a devanarse la sesera para resolver un galimatías que afecta a todas las líneas del equipo blanco. Lo único que parece tener claro es que Coentrao será el sustituto del sancionado Marcelo como lateral izquierdo, pese a que no juega desde el 10 de marzo, en que fue titular contra el Schalke 04. Desde entonces, solo ha entrado en la convocatoria para dos de los siete partidos

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